A efectos de determinar la posible existencia de responsabilidad médica (ERROR MEDICO) es necesario, en primer lugar, diferenciar entre los tratamientos curativos (que son los derivados de una patología o enfermedad previa que es necesario curar) y los tratamientos no curativos o voluntarios para el paciente y que no tienen más que una finalidad estética o de comodidad (prótesis dentales, implantación de glándulas mamarias, vasectomías, operaciones de cirugía estética o visual, implantación de métodos anticonceptivos, etc….).